La segunda Revolución científico-tecnológica y el fortalecimiento del capitalismo
En este periodo te enteraras del rápido desarrollo de la ciencia y la tecnología, aportando a la industria la creación de nuevos inventos y acelerando con ello el impulso de la economía capitalista que adquirió de mayor cantidad y variedad de materias primas.
Progreso tecnológico y revolución científica
Las comunicaciones y los transportes se vieron altamente favorecidos con la invención del teléfono y la telegrafía sin hilos, pues hicieron posible la comunicación a larga distancia, así como con la extensión de las redes ferroviarias. En el ámbito nacional, estas conectaron las ciudades industriales con otros centros de población, mientras que en tierras continentales enlazaron entre sí a los países europeos, acelerando la difusión del industrialismo. El ferrocarril fue un elemento fundamental para la mentalidad de las sociedades industriales en la segunda mitad del siglo XIX, pues llego a considerarse como un símbolo de progreso debido al espectacular aumento de velocidad con que se podía trasladar las mercancías y las materias primas, a diferencia de los antiguos medios de transporte. Posteriormente, el ferrocarril habría de ser desplazado de su posición de predominio como medio de comunicación terrestre, gracias al acelerado proceso de desarrollo científico y técnico que produjo la invención del motor de gasolina, factor decisivo para el nacimiento del automóvil a finales del siglo XIX.
La navegación marítima fue también objeto de gran desarrollo, no solo por los progresos técnicos que permitieron aumentar el tonelaje, la rapidez y la capacidad de los buques, sino para la labor de ingeniería realizada en la rehabilitación de los puertos marítimos, y la construcción de canales para comunicar mares y océanos. Otro gran invento de la época fue la navegación aérea, que inicio su desarrollo con los dirigibles, los cuales tuvieron gran éxito en los últimos años del siglo XIX, y experimentaría un empuje notable cuando, a partir de 1903, se iniciaron los vuelos de aeroplano impulsado con motor de gasolina.
Otro invento de enorme trascendencia fue la fotografía. En 1827, el físico francés Nicéphore Niépce logro la primera fotografía utilizando una cámara oscura y una plancha de peltre; en 1829 se asoció con Luis Jacques Daguerre, quien también realizaba experimentos con la cámara oscura. Después de la muerte de Niépce, Daguerre refino y modifico el proceso hasta lograr, en 1837, la impresión fotográfica que habría de conocerse como daguerrotipo. La innovación de Daguerre fue en sumergir la plancha en una solución química que hacía que la imagen quedara fijada. Este fue el primer procedimiento fotográfico.
La agricultura también experimento un notable progreso, unido a las necesidades alimenticias de la creciente población y a la aplicación de maquinaria y de abonos químicos a las siembras; gracias a dichos abonos se elevó la producción de la industria alimentaria en cantidad suficiente para satisfacer las necesidades internas de los países y para exportar los excedentes, debido a lo mejoro el nivel de vida de la población que entro en contacto con este proceso industrial. Los procesos de la industria de los alimentos de reforzaron mediante los procedimientos de conservación en envases esterilizados y gracias a las técnicas de refrigeración que empezaron a utilizarse hacia 1880.
Dentro del progreso tecnológico de este periodo, y en relación con el proceso de fabricación en serie característico de la Revolución Industrial, se debe destacar altaylorismo, sistema creado por Frederick W. Taylor, ingeniero estadunidense, quien hacia 1878 realizo un estudio sobre la organización científica del trabajo para racionalizar el proceso de fabricación industrial, con el postulado de que el trabajo debería medirse de acuerdo con una relación proporcional entre las normas de producción de la empresa, el tiempo medido en borasbombre, y los salarios que habrían de pagarse a los obreros.


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